Perdoneme si interrumpo pero esto no me lo callo! Lectio Divina

Vive Chimalhuacan en bellas artes http://bit.mx/chi Que gracioso Números 11, 4-15
En aquellos días, los israelitas se quejaban diciendo: "¡Quién nos diera carne para comer! ¡Cómo nos acordamos del pescado, que comíamos gratis en Egipto, y de los pepinos y melones, de los puerros, cebollas y ajos! Pero de tanto ver el maná ya ni ganas tenemos de comer".

El maná era como la semilla del cilantro y su aspecto como el de la resina aromática. El pueblo se dispersaba para recogerlo. Lo molían en el molino o lo machacaban en el mortero; luego lo cocían en una olla y hacían con él una especie de pan, que sabia como el pan de aceite. Por la noche, cuando caía el rocío sobre el campamento, caía también el maná.

Moisés oyó cómo se quejaba el pueblo, cada una de las familias, a la entrada de su tienda. Eso provocó la ira del Señor, y Moisés, también muy disgustado, le dijo al Señor: "¿Por qué tratas tan mal a tu siervo? ¿En qué te he desagradado para que tenga que cargar con todo este pueblo? ¿Acaso yo lo he concebido o lo he dado a luz, para que me digas: 'Toma en brazos a este pueblo, como una nodriza a la creatura, y llévalo a la tierra que juré darles a sus padres?' ¿De dónde voy a sacar yo carne para repartírsela a toda la gente, que me dice llorando: 'Queremos comer carne'? Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues es demasiado pesado para mí. Si me vas a tratar así, por favor, quítame la vida y no tendré que pasar tantas penas".


+ Meditatio

Este pasaje lo podríamos orientar sin lugar a dudas hacia todos aquellos que han sido puestos por el Señor para conducir a una comunidad hacia la santidad (padres de familia, ministros, supervisores, maestros, etc.). Moisés, a pesar de ser un hombre de gran santidad y de llevar una comunión y comunicación estrecha con Dios, siente el peso de tener que "cargar" continuamente con aquellos que, encomendados a su cuidado, por el cansancio del camino se revelan contra el proyecto de salvación convirtiéndose en un lastre difícil de llevar. Sin embargo, como puedes ver en tu Biblia, Dios no abandonó a Moisés, dándole al pueblo lo que pedía y ayudando a Moisés a conducir al Pueblo hasta la Tierra Prometida. Pues de igual manera, si tú te sientes cansado y piensas que es mucha la carga que Dios te ha puesto para llevar a la santidad y a la vida del Reino a aquellos que Dios te ha encomendado: CLAMA al Señor. Recuerda siempre que no estás solo; que Dios y su infinito poder te compañan y son el instrumento para que puedas realizar lo que él mismo te ha pedido. No desfallezcas, haz tu parte humana, y pide al Señor los elementos y recursos que necesitas. Él no te abandonará y escuchará con amor tu súplica.


+ Oratio

Señor, te doy las gracias por este pueblo que me has encomendado, confío en que, como a Moisés, tú me darás también todo lo necesario para conducirlos seguros por el camino de la santidad, pero sobre todo, que tú me darás consuelo y descanso en las horas pesadas, en los momentos de pasar por desiertos.


+ Operatio

Pediré al Señor, como el rey Salomón, la sabiduría para saber gobernar y dirigir a cada persona que Dios ha puesto bajo mi responsabilidad.

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El Evangelio de hoy

Mateo 14, 22-36
En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba él solo allí.

Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!" Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo en seguida: "Tranquilícense y no teman. Soy yo".

Entonces le dijo Pedro: "Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven". Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!" Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"

En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: "Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios".

Terminada la travesía, llegaron a Genesaret. Apenas lo reconocieron los habitantes de aquel lugar, pregonaron la noticia por toda la región y le trajeron a todos los enfermos. Le pedían que los dejara tocar siquiera el borde de su manto; y cuantos lo tocaron quedaron curados.


+ Reflexión

Decir que se tiene fe cuando todo marcha sobre ruedas, cuando la economía florece, cuando la salud no se quebranta, cuando el mundo abre sus flores para nosotros, ciertamente es fácil. Sin embargo, la verdadera fe se prueba desafiando el mar, confiando ciegamente en el poder, el amor y la misericordia de Dios. La verdadera fe es la que nos hacer permanecer de pie en medio del mar cuando las olas y el viento se embravecen; cuando se pierde la salud, los negocios se tambalean, la fama y el honor se deterioran y se pone en juego todo lo que tenemos.

El evangelio de hoy nos hace ver lo que significa creer que Jesús es verdaderamente, como lo reconocerán al final los demás, "el Hijo de Dios". Pedro desafía el mar y el viento, se dispone a hacer lo que parecería imposible para un hombre, pero confiado en la palabra de Jesús que le ha dicho "ven", se lanza a la aventura de la fe. La prueba es fuerte y la fe se debilita, sin embargo, Jesús está cerca de él, y jamás permitirá que su intento fracase.

En medio de nuestras pruebas, de nuestros hundimientos y naufragios, Jesús está ahí, para darnos una mano y llevarnos de nuevo al puerto. Jesús nos llama a hacer lo que parece ser imposible para el hombre: Ser santos. Baja de la barca de tu seguridad y camina hoy hacia Él.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Pbro. Ernesto María Caropara rematar fallas en el equipo de Eruviel Ávila - Roberto Calleja Ortega lea mas... http://bit.mx/rco

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